Hace tiempo que la inteligencia artificial (IA) dejó de ser algo de ciencia ficción para mejorar ciertos aspectos de la vida y el trabajo.
Al día de hoy, sigue siendo una tecnología en desarrollo, pero se espera que producza una revolución similar a la que en su momento produjo el Internet. De hecho, sus aplicaciones en multitud de sectores —salud, finanzas, entretenimiento, etc.— ha conseguido que el especialista en Artificial Intelligence sea uno de los puestos más demandados por las organizaciones.
La inteligencia artificial es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Es decir, la IA es un sistema informático que simula la inteligencia humana. En informática, la IA comprende distintos campos de estudio, entre los que destacan el machine learning y el deep learning.
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El machine learning o aprendizaje automático es lo que permite que una máquina pueda aprender sin necesidad de haber sido creada expresamente para ello.
Una cualidad indispensable para crear sistemas capaces de identificar patrones entre los datos y establecer predicciones. Esta es la tecnología que está detrás de las recomendaciones de Netflix o Spotify. También es la que permite mostrarte los correos prioritarios en tu bandeja de Microsoft Outlook.
En este punto es esencial hablar de dos tipos de aprendizaje:
El deep learning es un subconjunto del aprendizaje automático donde las redes neuronales artificiales —algoritmos inspirados en el cerebro humano— aprenden de grandes cantidades de datos. En estos sistemas, cada capa de la red neuronal transforma los datos que recibe en una representación más compleja.
Los sistemas de deep learning alcanzan una comprensión muy detallada de los datos. Por lo tanto, cuando el algoritmo ‘ve’ la imagen de un coche, la máquina primero detectará una forma a partir de una matriz de píxeles, luego identificará los bordes y los contornos de esa forma, luego el objeto en sí, y así hasta que logra identificar la imagen.
Estas son las redes neuronales artificiales que han impulsado los últimos avances en machine learning y la habilidad que tienen los ordenadores de llevar a cabo tareas como el reconocimiento del habla, el procesamiento de lenguaje natural o el reconocimiento de imágenes.
La IA está detrás de muchas herramientas que empleamos en nuestro día a día. El usuario final se aprovecha de esta tecnología prácticamente sin darse cuenta. Veamos algunos ejemplos:
Hablemos de las implicaciones de la inteligencia artificial en nuestro día a día. La consultora KPMG, en su informe ‘Thriving in an AI world’, señala que las empresas, en promedio, mejoran su productividad cerca de un 15% gracias a la IA. Visto con perspectiva, para las grandes empresas estas mejoras pueden traducirse en decenas de millones de euros en nuevos ingresos y eficiencias.
Para elaborar el informe, KPMG preguntó sobre la adopción de la IA en sus empresas a casi mil líderes empresariales de siete sectores diferentes. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y las grandes empresas confirmaron que la IA ayudó significativamente a sus compañías durante la crisis provocada por la Covid-19.
Industria (93%), Servicios Financieros (84%), Tecnología (83%), y Consumo (81%), son los sectores que con mayor rotundidad lo afirman. Además, varias industrias experimentaron un aumento significativo con respecto al informe del año anterior en servicios financieros (aumento de 37%), sector minorista (aumento de 29%) y sector tecnológico (aumento de 20%).
Pero la IA no solo impulsa a las empresas, también al talento. El continuo avance tecnológico de los últimos años, unido al proceso de digitalización que han experimentado las empresas a raíz del coronavirus, han convertido a los profesionales con perfiles tecnológicos en los más demandados del mercado laboral en los próximos años, junto a perfiles como científico de datos y desarrolladores de big data. La formación es esencial, así como despuntar en el manejo de ciertas herramientas, como el entorno de Azure, diseñado por Microsoft.
Azure es una cartera de servicios de inteligencia artificial diseñados para desarrolladores y científicos de datos. Microsoft pone a disposición de las empresas décadas de investigación innovadora, los procedimientos de inteligencia artificial responsable y la flexibilidad de Azure para crear e implementar sus propias soluciones de IA.
Grandes empresas y consultoras, como Gartner o Forrester, respaldan la calidad de los servicios de Azure. El abanico de servicios inteligentes que ofrece Microsoft permite a las empresas crear, entrenar e implementar sus modelos de aprendizaje automático de forma rápida y sencilla. Conocer el entorno de Azure, no en vano es la tecnología empleada por el 90% del Fortune 500, y obtener el certificado Microsoft Certified Azure Artificial Intelligence Fundaments es una excelente decisión en un entorno como el actual.
Para más información sobre el programa Fundamentos de Inteligencia Artificial, el Título Experto creado por USIL Onlife con contenido de Microsoft, haz clic en este enlace.